Gratificante y dura tarea que tienen los voluntarios en esta sociedad, donde les mueven los valores, sus principios como ser humano, las ganas, las personas y el aportar a la sociedad sin recibir ni pedir nada a cambio.
Nos preguntamos muchas veces, ¿qué puedo aportarle yo a la sociedad? Os voy a explicar mi caso en particular.
Debido a mi trabajo, no dispongo de todo el tiempo libre que quisiera para poder involucrarme en realizar tareas de mejora en asociaciones, ONG´s, etc… por lo que un día decidí aportar mi granito de arena en lo que mejor se hacer, mi trabajo.
A través de la red social de LinkedIn, un día vi que se estaba gestando un proyecto de forma desinteresada, denominado “Parejas Orientadoras para la Búsqueda Activa de Empleo”, y que consiste en que las personas que nos dedicamos al mundo de los Recursos Humanos podamos orientar laboralmente a personas que se han quedado sin trabajo, y acompañarles en el nuevo proceso de reinserción laboral. Se trabaja la técnica en parejas, es decir, a un orientador laboral, se le asigna a una persona que se encuentra en búsqueda activa de empleo, si ambas partes se comprometen y aceptan el reto, se inicia el proceso de orientación.
Algunas de las tareas que se realizan en el programa son las siguientes:
- Revisión de la carta de presentación y las nuevas técnicas que existen.
- Revisión y mejora del CV.
- Afrontar la entrevista de trabajo.
- Gestión de los perfiles en las distintas redes sociales.
- Seguimiento activo de los portales de empleo donde se publican las ofertas de trabajo.
- Apoyo moral y emocional durante el proceso que dura la búsqueda de un nuevo trabajo.
- Se le invita a la persona que está en búsqueda activa de empleo a que plantee todas aquellas dudas que tenga y que estén relacionadas con el entorno laboral.
Me considero una persona comprometida con la sociedad, y estoy segura que pequeñas acciones pueden traernos grandes cambios y grandes logros que nos hacen crecer como personas y como sociedad.
Está muy bien esa iniciativa, Ali. Buen post 😉
Gracias Teresa. 😉